Abel Delgado
Ven acá, y como cogió alas
mi noche sandunguera
de andar, reir -
de la boca abierta, la lengua afuera
probando de todo un poco
ron con cola, cigarillo con chicle
sabor de nueva mujer.
Perfume embriagante
que me iba a hacer falta perico
con el aire intoxicante
llenando alma temblante
que se moría de risa
que se abría con dolor
después cauterizada
con nueva pasión.
Siempre esperando
labios mojando
ahora que?
ya no baila
mi noche sandunguera
partió
sin ni siquiera un adios
o un "ay, Dios!"
y quedo yo en la bahía
Penelopo
esperando que vuelva
mi Ulisea.